domingo, 19 de marzo de 2017

El Hábito de 5 Minutos que Puede Cambiar tu Vida

En el mundo de hoy, es muy fácil desviarse de hacer lo que realmente es importante. Todos los días somos bombardeados por muchas distracciones. Ser capaz de minimizar estas distracciones y enfocar nuestro tiempo en lo que es importante, hará una gran diferencia en nuestra vida. Para lograrlo, hay un hábito de 5 minutos que puede tener un impacto significativo. Es muy simple: decirle a nuestro tiempo adónde debe ir. ¿Cómo? Tomemos 5 minutos de cada día para anotar nuestro horario o agenda prevista para el día siguiente.
Este sencillo hábito puede ayudarnos a mantenernos en el camino correcto en función de nuestras metas, a disminuir el tiempo perdido en actividades sin importancia y nos ayuda a asegurarnos que estamos invirtiendo nuestro tiempo en lo que tiene prioridad para nosotros.
A continuación, algunos consejos para utilizar eficientemente este poderoso hábito:
1. Reservar tiempo para hacer algo que amamos
Cada día, reservemos un espacio en nuestra agenda para planear alguna actividad que amemos hacer, aunque sea sólo por 5 minutos. Cuando apartamos tiempo para hacer regularmente las cosas que nos iluminan, nuestra vida cambia y también lo harán las personas que nos rodean, especialmente si esas personas están involucradas en estas actividades.
2. Vivir en función de nuestras prioridades
A medida que vamos anotando nuestro horario, asegurémonos de que estamos invirtiendo nuestro tiempo en nuestras principales prioridades. Si observamos que mes tras mes, estamos descuidando lo importante y llenando nuestra agenda de trivialidades, es hora de reevaluarnos. Si descubrimos en nuestras anotaciones recurrentes que no estamos viviendo en función de nuestras prioridades, profundicemos en este hecho y seamos realmente honestos con nosotros mismo acerca de cuáles son nuestras prioridades. Reevaluemos nuestra vida y nuestro tiempo para ajustarlos correctamente a lo que es importante para nosotros.
3. Agrupar nuestras tareas similares
Cuando planifiquemos nuestra agenda, consideremos tareas que sean similares o que requieran que estemos en una misma ubicación para unirlas. Esto puede ayudarnos a minimizar el tiempo invertido en la transición de una actividad a la siguiente, lo que puede ayudar a aumentar nuestra productividad. Pensemos en sus tareas diarias y agrupémoslas de manera que permita transiciones fáciles.
4. Establecer plazos de tiempo
Los plazos determinados tienen un carácter poderoso, ya que pueden ayudarnos a aumentar significativamente nuestro esfuerzo. Cuando planifiquemos nuestra agenda, pongamos límites de tiempo en nuestras tareas. Cuando observamos que una tarea debe hacerse en un período de tiempo determinado, nos ayuda a evitar las demoras y a tomar medidas inmediatas. Una forma de perfeccionar el uso de los plazos establecidos por nosotros mismos es aplicar la técnica Pomodoro. Este método, desarrollado por Francesco Cirillo a finales de los años 1980, consiste en usar un reloj para dividir el tiempo dedicado a una tarea en intervalos de 25 minutos (llamados 'pomodoros'), separados por pequeñas pausas. Esta técnica puede ayudarnos a mantenernos enfocados durante el tiempo asignado para cada tarea.
5. Incluir un pequeño paso hacia un gran objetivo
Con el fin de progresar regularmente hacia nuestros grandes objetivos, es importante comprometernos en dar un pequeño paso de acción todos los días. Cada día, escribamos ese paso de acción que daremos al día siguiente para acercarnos a nuestros sueños.

Anotar nuestro horario o agenda es un truco muy simple que sorprendentemente puede cambiar nuestra vida. Cuando nosotros decidimos a dónde debe ir nuestro tiempo, nos mantiene enfocados en lo nuestras prioridades. Esto nos permitirá vivir de una manera más satisfactoria. A medida que desarrollemos este hábito, notaremos los resultados positivos.

lunes, 13 de marzo de 2017

10 Tips de Productividad para Cumplir Nuestras Tareas

¿Qué tan a menudo pasa que comenzamos nuestro día con un montón de compromisos de trabajo o de cosas por hacer en casa y al final terminamos cumpliendo la mitad o menos de los que esperábamos? ¿Qué tan a menudo vemos el reloj a final de la tarde y nos preguntamos cómo pasó el tiempo tan rápido? ¿Por qué comenzamos nuestro día con la determinación de cumplir diez tareas diferentes, pero terminamos completando sólo dos? ¿Por qué a veces sentimos que nuestro calendario está fuera de control con trabajo acumulándose al punto de que parece casi imposible conseguir la puerta de salida?
Con un horario agitado viene la ansiedad, y simplemente no se irá hasta que finalmente tomemos control del problema. Así que, ya que no podemos agregar más horas a nuestro día, podemos enfocarnos en manejar nuestro tiempo mejor para aliviar nuestra ansiedad y cumplir más de lo que pensamos.
Realmente no es difícil ser un buen administrador del tiempo. De hecho, es mucho más fácil de lo que creemos. Siguiendo simples recomendaciones de productividad será suficiente para poner en orden nuestra vida y ayudarnos a cumplir nuestros objetivos bien sean profesionales o personales. A continuación diez consejos para cumplir con nuestras tareas a tiempo:
1. Determinar qué es más importante
Este es el paso más importante cuando se trata de cumplir tareas, porque cada paso que sigue se apoya en éste. Tenemos que determinar qué es más importante y dónde están nuestras prioridades (y si están en el lugar equivocado, colocarlas en el correcto). Ya establecido lo que es importante para nosotros, podemos crear una estructura de tareas basada en esa conclusión.
2. Asumir el control del tiempo
Dесidamos las tareas que debemos realizar y hacer tiempo para cumplirlas, incluso si tenemos que programar varios espacios de tiempo en diferentes días para hacerlo. Muchas veces culminar una tarea es tan simple como tomar la decisión de hacerlo y sólo asignando la cantidad de tiempo necesario para hacerlo.
3. No procrastinar
Averigüemos qué parte de la tarea es la que nos gusta menos y hagámosla PRIMERO. Haciendo esto, no sólo nos va a quitar la parte pesada del camino, sino que va a ayudarnos a que las otras partes de la tarea se realicen más rápido.
4. Evitar distracciones
Evitemos lugares muy concurridos, lugares donde un montón de personas estén pasando, y cualquier tipo avisos llamativos, ya que nuestra mente será innatamente atraída hacia ellos.  
5. Crear listas
Las listas son una herramienta muy efectiva para mantenernos organizados y pueden utilizarse tanto en el trabajo como en casa. Prioricemos nuestros proyectos en categorías y abordemos primero las áreas que requieren una acción inmediata. Luego avancemos a las otras tareas que permiten más tiempo para ser culminadas, pero siempre asegurándonos de mantenernos al día con los plazos establecidos en el proyecto.
6. Utilizar algún sistema de administración del tiempo
Si no hemos estado utilizando una agenda de forma consistente, probablemente estemos perdiendo tiempo muy valioso. Esta es una herramienta muy necesaria para la programación de nuestro tiempo, enlistar las tareas y tomar notas. Encontremos un calendario o agenda que esté diseñada de la forma en que nos guste y creemos el hábito de checarla al menos una vez cada mañana y otra vez cada noche.
7. Establecer metas
Invirtamos un poco de tiempo para establecer pequeñas metas y metas a largo plazo. Anotémoslas en un cuaderno o en un pedazo de papel y coloquémoslo en un lugar donde podamos verlos todos los días. Abordemos nuestras metas en pasos manejables (incluso las metas pequeñas) que podamos realizar de forma sistemática y consistente. Escribamos cada paso en nuestra agenda y hagamos seguimiento de cada uno de ellos. Tachemos cada paso y meta alcanzada cuando los culminemos.
8. Decir NO
Una de las recomendaciones de productividad más importantes: acostumbrarnos a decir NO. Si bajamos la guardia, no pasará mucho tiempo antes de que estemos abrumados con trabajo porque no pudimos decirle “no” a nadie. Consideremos cuidadosamente nuestras tareas actuales y nuestras prioridades antes de aceptar más responsabilidades de alguien más.
9. Delegar
A veces pensamos que tenemos que hacer todo nosotros mismos, si tienen que hacerse bien. A veces este es el caso, pero a veces no. Aprendamos a delegar tareas, tanto en el trabajo como en casa, que puedan hacerse igual de bien por otras personas. Démonos permiso para soltar, otros pueden ser igual de capaces.

10. Hacerlo AHORA

Dejemos de prepararnos para prepararnos para prepararnos y sólo hagámoslo. Dejemos de postergar las cosas y actuemos. ¡Ninguna recomendación será útil si no comenzamos a aplicarlas desde hoy! Mucho de nosotros podemos perder tiempo preocupándonos innecesariamente por muchas cosas y esto puede mantenernos alejados de la productividad constructiva. Tendremos una maravillosa sensación de realización y paz interna una vez que hayamos culminado el trabajo que sabemos que tenemos que hacer. Así que tomemos un día a la vez y… ¡HAGÁMOSLO!

Hacer que las tareas se cumplan no tiene por qué ser difícil, no importa lo que estemos tratando de alcanzar. Si establecemos nuestras expectativas desde el principio, hacemos seguimiento de nuestras metas, perfeccionamos nuestra eficiencia y evitamos distracciones, estaremos en el camino correcto. Nos sorprenderemos de lo mucho que podemos alcanzar con este sencillo método de productividad.

martes, 7 de marzo de 2017

6 Errores que Afectan las Relaciones Familiares

La familia debe ser la primera fuente de amor, aceptación y apoyo de una persona. Desafortunadamente, muchas familias (especialmente los familiares extendidos como primos, tíos, abuelos…) están fallando miserablemente a medida que los integrantes hacen cosas que quebrantan la unión familiar. Comprender el problema es el primer paso para encontrar una solución; sin embargo, existen algunos errores que se comenten sin saber que son éstos los que causan el problema:
1. Insultos y críticas
Las palabras llevan peso. En algunos casos, pueden llevar el peso del mundo. Cuando se dicen palabras desagradables a la familia, lastiman. Se supone que la familia es nuestra fuente de aliento y apoyo. Las palabras negativas dañan el núcleo de las relaciones familiares. Algunos miembros de la familia pueden decir cosas fuera de lugar y piensan que, porque estas cosas fueron dichas de manera casual, no hacen daño a la otra persona. La verdad es que tales palabras duelen, como sea que se hayan dicho. Cuando se dicen palabras negativas a los miembros de una familia, crea un abismo en la relación. Se necesita tiempo e interacciones positivas para reparar el daño que se hace cuando se producen insultos o críticas. Cuando se derrama estas palabras negativas a un miembro familiar, el abismo puede crecer tanto que la reparación puede quedar chica. Cualquier relación puede ser resuelta con disculpas, pero el daño puede permanecer mucho tiempo después del intercambio de palabras.
Hay que tener cuidado con nuestras palabras. Desgarrar a los demás con palabras es destructivo para la unidad familiar. Hay que mantener en mente el viejo dicho: “si no tienes algo bueno que decir, mejor no digas nada”. Si hay personas en la familia que tienen problemas con las palabras, entonces hay que dar el ejemplo y establecerlo fuerte. Usemos palabras que alienten los miembros de nuestra familia. Hacerlo nos convierte en una persona que otros quieren tener cerca. La gente no quiere estar cerca de personas que las hacen sentir mal. Ellos quieren estar cerca de aquellos que los hacen sentirse bien consigo mismos. Ayudemos a nuestra familia a buscar lo positivo de cada persona.
2. Chismes
Los chismes son muy dañinos. La mayoría de las veces el chisme se produce cuando alguien está molesto por algo relacionado con la persona de la que están hablando. Puede hacer que alguien se sienta mejor temporalmente, pero al final no resuelve el problema, ya que el chisme en sí no es ciertamente hecho por bondad o amor. Si tenemos algún problema con alguien de la familia es mejor dirigirse directamente a esa persona. No es necesario anunciar el problema delante de toda la familia. Algunas personas hacen esto para obligar a los miembros familiares a elegir un lado en una situación. Cuando se toman lados, hay una división en la familia. En lugar de ello, hablemos con la persona en privado para hablar del problema. Discutir la situación, pero hacerlo con el objetivo de la reconciliación. Hacerlo con dureza en el corazón o querer atribuir culpas no resolverá el problema. Expresemos nuestras preocupaciones de una manera que ayude a ver las cosas desde ambas perspectivas. De esa manera es mejor para sanar la relación y rectificar cualquier error. No hablemos mal de los miembros de nuestra familia a sus espaldas. Si existe algo de drama en sus vidas y no tiene nada que ver con nosotros, entonces no debemos difundir sus historias alrededor.
3. Falta de inclusión
La inclusión de los integrantes de la familia es esencial para la unión familiar. Incluyamos a todos los miembros de nuestra familia en los eventos o reuniones familiares, incluso si sabemos que van a decir que no, preguntemos de todos modos. Los resentimientos vienen debido a la falta de preguntar y el fracaso de incluir. Depende de ellos si asisten a cualquier evento al que lo estemos invitando, pero la parte más importante es que sí se les pregunta. Si nuestro objetivo es la unión familiar y el amor entre todos los miembros, incluyamos a todos los miembros en las reuniones familiares. No encontremos excusas para no incluir, está mal y va a crear severos resentimientos.
4. Engaños y mentiras
El engaño en una familia es muy destructivo. La verdad siempre prevalece. A veces puede tomar años o incluso una generación completa para que las mentiras y el engaño se sepan, pero tengamos en cuenta que saldrán a la luz algún día. Si no podemos ser honesto con nuestra familia, ¿con quién podemos? Mentir a la familia o usar el engaño para guardar secretos conduce a que una familia se fragmente, comprometiendo la confianza. Algunas mentiras pueden crear un deterioro insuperable que dejará a una familia dañada por generaciones. Nuestras acciones tienen consecuencias, no sólo para nosotros, sino para nuestra familia y las generaciones venideras. Es mejor admitir nuestros errores y trabajar hacia la sanación, en lugar de mentir y llevar a cuesta esa mentira indefinidamente (o hasta que se descubra). Seamos abiertos y honestos con nuestra familia. Si hemos hecho algo que es perjudicial para los miembros de nuestra familia, entonces necesitamos disculparnos y hacer un esfuerzo para rectificar la situación en aras de la unión familiar. Cuanto más se esconda la verdad, más grave será el daño.
5. No aceptación de diferencias
Los niños que crecen en el mismo hogar con los mismos padres, la misma disciplina y la misma orientación no resultan ser los mismos adultos igual que sus hermanos. Todos somos diferentes. Permitamos que los demás sean diferentes. Sólo porque seamos una familia no significa que estamos obligados a compartir las mismas opiniones políticas o incluso la misma religión. La gente crecerá y tendrá diferentes estilos de crianza y estilos de vida, pero no es tarea de los familiares juzgar. El amor y la aceptación empiezan en la familia. Si una familia no está proporcionando amor y aceptación el uno al otro, entonces están fallando fundamentalmente como familia. Si decidimos enfocarnos en las diferencias y creamos conflictos familiares debido a estas diferencias, entonces la unión familiar será quebrantada. Aceptar a la gente como son es la única forma de amor.
6. Sin disculpas y sin perdón
Las disculpas y el perdón son el pegamento que mantiene a una familia unida. Nadie es perfecto. En algún momento, nosotros heriremos a un miembro de la familia. Depende de nosotros decir las palabras “lo siento por…”. Esas palabras pueden curar heridas y crear un vínculo familiar más fuerte. Cuando nos disculpamos con un miembro familiar, el mensaje que le estamos enviando a esa persona es que nos importa y que no queremos malos sentimientos entre nosotros. Cuando no nos disculpamos, estamos enviando el mensaje de que esa persona no nos importa o que sus sentimientos no nos importan. La falta de disculpas es un defecto de la personalidad y una debilidad de carácter. Es importante ser la persona más grande y pedir disculpas cuando hacemos algo mal en nuestra familia, bien sea si nuestras palabras o acciones fueron intencionales o no, no importa. Lo que importa es que la disculpa tenga lugar. Podemos explicar nuestras intenciones, pero no podemos hacer que alguien no se sienta mal por ser maltratado.
De igual manera, cuando alguien se disculpe con nosotros, seamos compasivos. Las familias se necesitan unas de otras. No mantengamos rencores, ya que sería una carga para nosotros y deteriora a la familia. Perdonemos y demostremos nuestro perdón con nuestras acciones, así como con nuestras palabras. Esto significa que si se nos olvidó invitar a un miembro familiar a un cumpleaños, la acción inmediata es pedir perdón y ofrecer a hacer algo para integrar a ese miembro familiar como llevarlo a almorzar. Las acciones dicen más que las palabras, así que hagamos que nuestra disculpa cuente con acciones que sean paralelas a una sincera disculpa.

Hay que recordarnos siempre que, como familia, estamos allí para ser el mayor apoyo de vida del otro. Aceptémonos tal y como somos.

10 Consejos para una Campaña de Marketing Eficaz

“Si no construyes tus sueños, alguien te contratará para que le ayudes a construir los suyos.”   Dhirubhai Ambani . No importa...